COMPASES AL AMANECER, de Germán Marín

LOS RECUERDOS DE MARÍN   Poner la escritura al servicio de los recuerdos es la tarea en que Germán Marín se ha enfrascado a lo largo de su carrera literaria. Consiguientemente, su obra está siempre incluyendo aquellos elementos que, de tan personales, son menospreciados por la historia oficial. Es esta su manera de dar la … Continúa

LA EVIDENCIA DEL FILME, de Jean-Luc Nancy

MIRAMIENTO, HABLAMIENTO Y OBSERVANCIA   Me pregunto si existen páginas no científicas dedicadas al estudio del pestañeo; cuántos ensayos literarios hay que nadie ha escrito, novelas, textos filosóficos, poemas acerca de la respiración, los tiritones, la pérdida del quicio o la cosquilla. En cambio sobre el acto de mirar es posible no sólo toparse con … Continúa

OLVIDA UNO, de Claudia Hernández

RECORDAMOS TODOS   Que al leer palabra tras palabra un párrafo diagramado, impreso en tinta negra sobre hoja blanca bajo una frase destacada que –creemos– es el título de un cuento que sigue a otro en este libro que tenemos entre manos –Olvida uno, de Claudia Hernández– vamos dejando marcas graduales, únicas para quien lee, … Continúa

CUADERNO VERDE, de Misha Stroj

            La primera fascinación de este trabajo (¿este libro, cuaderno, esta obra?) de Misha Stroj es de índole táctil, incluso antes de que el objeto lo tomen las manos. El verde vibrante de su portada te toca, te atrapa, te hace entrar en una atmósfera que tiene algo del ambiente acuático del taller de … Continúa

EL OFICINISTA, de Guillermo Saccomanno

HOMBRE DE TRABAJO   Guillermo Saccomanno ha reconocido abiertamente que para escribir El oficinista se inspiró en autores tan fundamentales para la literatura occidental como Melville, Gogol, Dostoievski y Kafka. Su novela tiene antecedentes perfectamente reconocibles en la obra de aquellos autores, y narraciones como El doble o Bartleby son su correlato más evidente. Como … Continúa

MEDICAL PET, de Marcos Arcaya

UN ACCIDENTE EN EL TÚNEL DE CARNE   He estado queriendo leer que algunas personas sabias de tiempos distintos respetaban la semejanza entre la lectura y la digestión estomacal, de manera que para ellos no había manera mejor de terminar de leer el libro que dejarlo abierto, ponerse de pie, abrir la puerta y salir … Continúa