ORNAMENTO, de Juan Cárdenas

El ornamento del discurso de la mujer al centro de la decoración, de la retórica latinoamericana, deja de serlo a mitad de la novela y se vuelve la unidad elemental que reacomoda alrededor suyo el sistema, destruyendo así investigación, romance, mercado, trama y acceso a la conciencia auténtica del narrador, para no volverse amuleto y sí relación con quien considere que las palabras valen.