ORNAMENTO, de Juan Cárdenas

El ornamento del discurso de la mujer al centro de la decoración, de la retórica latinoamericana, deja de serlo a mitad de la novela y se vuelve la unidad elemental que reacomoda alrededor suyo el sistema, destruyendo así investigación, romance, mercado, trama y acceso a la conciencia auténtica del narrador, para no volverse amuleto y sí relación con quien considere que las palabras valen.

Hijas de huachos: a propósito de la maternidad en el país del caudillaje bastardo y la eterna transición

De niñas –lo supimos antes de leer a Montecino– la rebeldía a asumir lo masculino en tanto hombre y lo femenino en tanto mujer-madre hizo lo suyo en nosotras. Nuestra rebeldía a esa inequidad siempre estuvo ahí. Nuestro ser mujer no era equivalente a ser esposas. Ese precepto nunca lo confundimos. Lo que perdimos –después de ver la partida de nuestros padres cual protectores de un fuerte ya derruido, después de ver acto tras acto fallido de los próceres de nuestra sociedad…