ZURDA Y MUDA, de Isabel M. Bustos

POESÍA DEL DESAMPARO

 

zurda_y_mudaUna colección de poemas cortitos, un tanto irónicos y muy narrativos conforman Zurda y muda, el libro debut de Isabel Margarita Bustos. En total, son sesenta y dos textos de muy variados registros, tonos y calidad poética, los que se podrían agrupar sobre tres ejes principales: micro narraciones, cuestionamiento de los dogmas de la fe y el dolor causado por un otro.

        El resentimiento, el desamparo y la desilusión parecen ser la motivación de la hablante lírica, la que buscaría provocar al lector (y de paso a la sociedad) mediante sus palabras, como por ejemplo en Con sumo respeto y duda, donde se señala: "Señor Dios,/a ver si es tan fácil,/ si tú no tuvieras prueba alguna/de mi existencia./¿Aún creerías en mí?". Desde mi perspectiva, debido en parte al formato y en parte al lenguaje, esta provocación no logra hacerse efectiva y se queda a medio camino, con un pie en el sentido común, que es el punto de partida de la mayoría de estos textos, y el otro pie en el aire, sin asidero, sin lograr llegar a un destino que puede que no exista.

        Pareciera que se siguen los pasos del manual de la posmodernidad: textos fragmentarios, interpretación al lector, reflexión sobre la escritura, ambigüedad con respecto a los límites de los géneros literarios, marginalidad (recordemos que es zurda y, además, muda), constante cita a otros textos y su reescritura. Pero seguir las instrucciones no es suficiente: en poesía es necesario que la palabra cobre espesor, que se polisemiotice, que se torne muy oscura para revelar toda su luz y eso no se encuentra en estos textos que están más cerca del slogan y de la publicidad que de la poesía. Así lo deja ver La gran paradoja con sus dos breves versos: "Locercaqueeres./Lo lejos que estás", un excelente modo de promocionar el chateo y los mensajes de  texto de los celulares. Las palabras se quedan en un nivel superficial, el de la risita fácil, el de las frases hechas, ese nivel en donde muchas veces se agradece el silencio.

        Pese a lo anterior, todo texto es producto de su época y, aunque no lo busque de modo explícito y deliberado, dialoga con su entorno constituyéndose como una posible entrada para intentar desentrañar las preocupaciones del contexto que lo genera. En este sentido, la extrema visualidad y la economía de recursos que presenta la obra de Bustos, unido al uso y abuso de lugares comunes de fácil reconocimiento y, por ende, de fácil compromiso emocional por parte del lector, delatan un ritmo acelerado, urgente, un flujo desbordante que requiere de productos de fácil digestión. En el mundo de los refrigeradores desechables y el fastfood existe un espacio privilegiado para estas letras que se pueden abordar en el metro, en la micro y, para quienes conducen, incluso en las luces rojas o en los atochamientos. Aquí, siete palabras para las horas peak: "Sé sufrir de memoria/y de esperanza".

        El último poema de este libro señala: "Ángel de la guarda,/dulce compañía,/no me desampares,/ni aunque yo me desampare/de noche y de día./Amén". Vemos que hay conciencia del desamparo en estas letras, ojalá que el ángel escuche para evitar que a futuro se sigan confundiendo estas pataletas de creyente desilusionado, estos abortos de microcuentos y estos chistes intelectualoides con la otra poesía.

 

 


ZURDA Y MUDA. Isabel M. Bustos. RIL Editores. Santiago de Chile, 2003.