PALITOS DE AGUA, de Cristián de Nápoli

ENTRE LA TIERRA SIN FUEGO Y LA TIERRA SIN NIEVE 

 

palitos70 Palitos de agua (poemas que tienen 17 sílabas como los haikus) agrupados en tres partes conforman este breve libro del poeta argentino Cristian De Nápoli. Unidos por el viaje entre Helsinki y Buenos Aires, los palitos de agua se asemejan a fotografías de las distintas instancias/estaciones del trayecto entre la tierra sin nieve y la tierra sin fuego.

        No sólo el formato de 17 sílabas vincula la poesía de De Nápoli con el clásico haiku japonés: también los une la itinerancia. Al igual que los maestros del género, Basho y Busón,  el hablante lírico de los palitos de agua experimenta un viaje, se encuentra en movimiento, deja atrás lo seguro y se enfrenta a situaciones y relaciones que lo descubren y configuran como sujeto. El hablante se abre y se completa al perder su ruta. "La noche enseña/que no hay caminos;/la nieve que no hay casas" señala De Nápoli desestructurando un orden cartográfico preconcebido, para luego cuestionar los límites: "Cierran, decoran,/sueñan que un lotecito/habla de ellos". La nieve, la lluvia y los renos coexisten con the city, con el shopping-center, con los "amigos que se unen/por celulares", con el vodka y el ginebra. Pero la coexistencia es a nivel textual, ya que a nivel conceptual constituyen lo opuesto, como señala el hablante: "La ciudad junta,/jamás comparte./Al entrar perdés todo.", "La ciudad junta/porque separa./Esa puerta es para vos.". Al margen de esta semejanza en el devenir, los palitos de agua se distancian del haiku en su acción. Mientras el haiku japonés es contemplativo y casi carente de acciones o reacciones, la poesía de De Nápoli está constantemente en búsqueda, iniciando caminos, haciendo cosas, diciendo cosas.

        La soledad del sujeto también es un tema en estos versos. El sujeto urbano es retratado en su imposibilidad de comunicación, en su aislamiento. El hablante se encuentra más perdido y más aislado en me dio de la ciudad que en las llanuras desiertas de Laponia. La pregunta "¿Cómo carajo/hice para no hablarme/con mis vecinos?" repercute en la mayoría de las urbes actuales, llenas de individuos separados, solitarios y en constante tránsito.

        Delatora de lo precarias de las relaciones, la poesía de Cristian De Nápoli destaca por sus elipsis; por la complicidad que requiere del lector para completarla, por la simpleza de sus imágenes. Sin embargo, pareciera que las 17 sílabas se transforman en una prisión. Algunos de los versos se ven forzados al formato, quitando un poco de libertad a las imágenes espontáneas, como si súbitamente se pasara de una polaroid a un estudio fotográfico.

 

 


PALITOS DE AGUA. Cristián De Nápoli. Ediciones Eloísa Cartonera. Buenos Aires, 2004.