CANSADO YA DEL SOL, de Alejandra Costamagna

TEMÁTICAS RECONOCIBLES

 

cansado_ya_del_solCansado ya del sol, la tercera novela de Alejandra Costamagna, aborda temáticas bastante reconocibles en la prosa chilena de la década de los noventa: el exilio, la memoria y la orfandad. Mediante estas tres nociones, el relato espera mostrarse como una alegoría de la historia nacional, "una llamada de la memoria", un relato de la denuncia. Denuncia, aclaro, porque en la novela se acusa la falta de memoria, el pasado chileno sepultado por la colectividad: "Los olvidos son así: se comienza a omitir lo que no se quiere recordar". Así, los personajes que componen el relato necesariamente encarnan estereotipos; se presenta la historia de un padre exiliado que, junto a su hija adolescente -que desconoce el pasado de su padre-, vive en una permanente fuga, un eterno presente, una transición que no se acaba.

        El punto de vista que prima es el de la hija que, cansada ya de estar huyendo del silencio de su padre, de desconocer su pasado y no poder retener los pocos recuerdos que posee -él siempre le está repitiendo que la memoria es un almacén de desperdicios-, comienza a recomponer la historia de su padre, reuniendo retazos de su pasado -papeles, frases, fotografías, es decir sólo documentos-. En este sentido, la reconstrucción que efectúa la hija, cuyo nombre es Mayra, resulta a partir de los fragmentos, una visión sesgada que al final provoca la fractura. De este modo, no se encuentra nunca un diálogo de padre e hija donde juntos recompongan la memoria, sino el monólogo impreciso de la adolescente, que sólo desea definir su propia identidad y presente.

        En esta búsqueda de la hija, la trama se torna a veces caprichosa en sus resoluciones, ya que va convocando otros tópicos en la medida que la novela se concentra demasiado en su conflicto. Es así como aparece mezclado el tema del incesto y el deseo de la hija por su padre, con el autoconocimiento de ella misma como mujer, con otros más ligados a la alegoría de la nación, como el exilio, la memoria y la orfandad. Estos cruces, a veces un poco confusos, provocan indecisiones en la novela.

        ¿Qué voz prima? La de la hija, que quiere reconstruir la memoria, o la del padre que quiere destruirla. Quizás ese es la estrategia, ya que mientras el padre se presenta como el portador del olvido enrostrando la falta de memoria de un país, la hija se presenta como una heroína que lucha por convocar el pasado y cicatrizarlo. No obstante, la traición del padre es condenada, sin asumir ni perdonar. Así, finalmente, ella desechará este pasado para comenzar a avanzar desde el presente. Mayra entra en conocimiento de su historia para luego matar al padre, rechazarlo y recomenzar desde ella misma.

        El pasado de la historia nacional, entonces, es resuelto por la autora como "Asunto borrado" y los personajes que la componen, como Mayra, la "generación huérfana" -la de la autora quizás-, permanecen como sobrevivientes, víctimas errantes de todo ese doloroso pasado. ¿Significa esto estar Cansado ya del sol? La protagonista misma señala al final: "Hoy, por fin, pude usar ese vestido negro que tantas veces había querido lucir". La opción por el luto y la noche.

 

 


CANSADO YA DEL SOL. Alejandra Costamagna. Editorial Planeta. Santiago, 2002.