EL PERRO QUE COMÍA SILENCIO, de Isabel Mellado

No es una metáfora lo que da título al primer cuento y a este libro: el silencio es el alimento del perro. Pero no por eso deja de hablarnos. La animalidad y su silencio son justamente las características que nos interpelan para mirar cara a cara la flacura de sus costillas, la enfermedad en su cuerpo y el abandono de una miseria creada por un hombre despreciable y un pueblo que hace caso omiso a los perros que mueren de intemperie. Con esos gestos literarios aparecen nuestros límites.

Otra vez: conjuro a la patofobia

Quise escribir un libro que cambiara a Puerto Rico. Le decía a todo el mundo: Si una sola persona lee La patografía y deja de ser homofóbico, mi novela habrá logrado su objetivo. Ese fue mi conjuro. Se la ofrecí a la diosa Oyá, orixa de los cambios radicales y a Eleguá, el demiurgo que nos abre…

INFERNO, de Eileen Myles

Esta es también la novela de una historia encarnada en vida poética, y la vanguardia ahí aparece como un modo de sostener cierta búsqueda donde forma y vida estén todavía cruzadas por una economía y una comunidad antifamiliar. La novela es también biografía…

LAS MIL Y UNA NOCHES, de una autora anónima

La literatura árabe, dice, como si pudiera asomarme también a un jardín así de vasto para cortar una hoja apenas; es porque recién en París han asesinado a los periodistas de la revista satírica Charlie Hebdo, y dicen que fue un violento grupo yihadista, y por unos días quienes no saben de sutilezas ni de montajes se manifestarán contra el…

La propaganda del olvido

En su caso, para un tipo que poco después de los treinta años completó un Diccionario de autores latinoamericanos de 640 páginas, quizás el olvido no sólo sea un modo de reinstaurar el juego y la memoria individual, caprichosa, sino también de evitar la condena de…

ALIAS EL ROCÍO, de Mónica Ríos

Esta novela me sugirió una pregunta que creo que todos debemos plantearnos a nosotros mismos y los unos a los otros: ¿cómo conformaría yo un archivo, con qué y cómo? ¿Cómo, finalmente, representaría yo aquello que quisiera yo archivar? Este no es un mero juego de la imaginación literaria, excitada y espontánea, de una…

El estrabismo antipinochetista de esta narrativa chilena

Eso quiere decir que nos oponemos a la estructura de Estado que construyó el gobierno dictatorial y que ha sido mantenida por todos los gobiernos posteriores, democráticamente electos. ¿Y qué pasa con la estructura de Nación que legitimó a Pinochet y sus secuaces oligarcas –conservadores, luego liberales– en la administración pública meridional?