NUESTRA CREDULIDAD
Corría el año 2000 en esta larga y angosta faja de tierra. Todo parecía seguir el rumbo acostumbrado, con esos pasos bien medidos que sostenían a toda costa un clima apacible y coherente con la panacea del consenso. En eso estábamos cuando apareció el controvertido estudio de un intelectual chileno avecindado en Berlín. Con una investigación maciza llevada a cabo en archivos chilenos y extranjeros, Víctor Farías se proponía demostrar los vínculos que unieron a algunas instituciones y personajes de nuestro país con el nazi fascismo a lo largo del siglo XX. Chile, pensado siempre en términos demasiados marginales, aparecía ahora sorprendentemente conectado con uno de los movimientos más influyentes de dicha centuria.
Las reacciones fueron inmediatas y, lógicamente, proporcionales a la magnitud del estímulo. Los nazis en Chile, el título de la obra, nos enfrentaba con un tema que nadie había querido encarar abiertamente y que invitaba a reevaluar la imagen histórica de personajes tan paradigmáticos como Salvador Allende y Claudio Arrau. Desgraciadamente, el debate se centró en la defensa de ambas figuras sin atender a la profundidad de la propuesta. La misión era demostrar que Arrau no era simpatizante de los nazis alemanes y que Allende no podía ser culpado por negar la extradición de Walther Rauff, quien residía en el sur de Chile y estaba acusado de cometer atrocidades contra los judíos y otros enemigos del régimen de Hitler. Pero no se fue más allá.
No obstante, el tema ya estaba planteado y Farías no cejaría en sustentar mejor su aporte: muchos asuntos habían quedado incompletos y la cantidad de documentos seguía aumentando en forma considerable. Es por eso que se convirtió en una necesidad completar el análisis ya entregado; así nace este segundo volumen, más breve que el anterior, pero no por eso menos controversial. Aquí, el autor intenta demostrar los vínculos existentes entre la Milicia Republicana -la mayor organización paramilitar que conoce la historia de Chile- y la organización del partido nazi alemán Landesgruppe-Chile, lo que agrega más datos respecto a la relación entre el gobierno de Arturo Alessandri y el Tercer Reich.
Lo propio se hace al analizar la institución "Defensa de la Raza y Aprovechamiento de las Horas Libres" (1939), organismo creado por el presidente Pedro Aguirre Cerda y desde el cual Farías sugiere la evidente permeabilidad de nuestra sociedad ante nociones básicas del racismo y nazismo en boga. No menos cautivante resulta la presentación de documentos existentes en el archivo del estado de Bremen sobre cierta institución encargada de infiltrar sistemáticamente la prensa internacional, entre la cual obviamente está la chilena. Y como una forma de refutar las reacciones a la publicación del primer volumen, retoma el caso Walther Rauff insistiendo en la ambigua actitud de Allende y de los partidos de izquierda en general, que con anterioridad habían demostrado una clara opción "antifascista".
Si bien la documentación que respalda el relato es contundente, algunas conclusiones no parecen tan claras y dejan muchos espacios en penumbra. Con todo, estamos frente a un trabajo muy estimulante y que ningún estudioso de la política chilena del siglo XX puede pasar por alto. No sin sufrir un pequeño desvelo.
LOS NAZIS EN CHILE (Volumen II). Víctor Farías. Editorial Seix Barral. Santiago, 2003.