LAS MUERTES
Este libro es un compilado de ensayos en torno a la pena de muerte como último recurso de la ley para castigar o sancionar los actos de un hombre en sociedad. Claramente, se plantea como un cuestionamiento a la condena que priva de la vida, sin embargo, a lo largo de la serie de ensayos introducidos por Jean Michel-Bloch y seguidos por el intenso estudio realizado por Arthur Koestler, se puede develar una serie de argumentos que trascienden al carácter humanista con el que comúnmente se defiende la abolición de aquella condena.
Koestler hace énfasis en los atributos históricos que hacen de la pena de muerte un instrumento legal innecesario ante el pensamiento determinista que se impone como modalidad social en Gran Bretaña. En este sentido, su ensayo encausa la evolución del pensamiento como argumento social, ante el atrasado sistema legal inglés, que se resiste burocráticamente a ser renovado. También, y para contextualizar el ensayo, se abordan las ideas revolucionarias de post guerra y la idea de hacer una nueva sociedad en la que no se cometan los errores que llevaron a un enfrentamiento armado a gran escala, haciendo del cuestionamiento sobre la pena de muerte un instrumento tangible para apoyar nuevas formas de hacer ley. Consecuentemente, se revisan casos históricos, donde Koestler define la noción de culpa y la de inocencia, atribuyendo roles que, para la justicia -es decir el instrumento de la justicia-, tal como se presentan ante la condena a muerte, son indistintos.
Con el desarrollo de la obra podemos constatar cómo la negligencia que incluso en tiempos recientes existe para legislar sobre el tema de la pena de muerte, cercena la confiabilidad del estado y cómo la rigidez de la ley británica comienza a socavar sus propias bases de "ajusticiamiento" con respecto a la pena capital; Muchos jueces comienzan a aplicar amnistías o conmutaciones de pena al ver que el castigo de la muerte es demasiado exagerado, haciendo de una excepción, la norma. Si bien el ensayo de Koestler está centrado en la historia del sistema legal británico, el abanico de relaciones con las cuales se fundamenta desborda las fronteras de ese país y se instala como un elemento de lucidez ante la barbarie administrativa. "Esta rigidez y la intención con que procede, que son la esencia de la pena capital, son también las fuentes de su atracción y de su valor simbólico para todas las fuerzas antiprogresistas de la sociedad" (p 110). En algún momento y con este final de ensayo, Koestler se declara abiertamente progresista, algo que se traduce en toda su obra como esa incertidumbre frente a las ideologías absolutas que influyeron tanto en su vida.
"El concepto de responsabilidad aplicado a la pena de muerte, desde un punto de vista filosófico al cual se adecuan todas las condenas que estipula la ley, no se aplica en la condena a muerte, ya que ante esta condena no existe ninguna responsabilidad y no se asume el costo moral del libre albedrío"(p 104). En esencia, el condenado desaparece, con ello desaparece su responsabilidad frente al crimen y desaparece su capacidad de elegir a conciencia, una culpa frente a los humanos, aunque éstos lo obliguen a seguir la ley.
El ensayo de Albert Camus no oculta el claro vínculo con uno de los escritos de Koestler, del cual incluso toma el nombre, reflexiones sobre la guillotina. En él, Camus enfatiza la situación en Francia y pone de manifiesto su horror ante el sistema legal francés, que convalece de las mismas enfermedades conservadoras que la Inglaterra de principios de siglo respecto a la pena de muerte.
Las reflexiones que nos plantean sobre esa práctica tanto Koestler, Camus y Michel-Bloch nos recalcan el interés que siempre suscita este tema y nos adentran hacia el hecho de la pena de muerte desde dos frentes, uno estadístico y documental y otro descriptivo e íntimo, al punto de ser un tanto morboso respecto a la condición de objeto que sufren ciertos condenados a muerte -situación que se describe en la medida que se condena como algo que debe ser excluido de toda ley moderna.
LA PENA DE MUERTE. Arthur Koestler, Albert Camus, Jean Michel-Bloch. Editorial Emecé. Buenos Aires, 2002.