EL CINE NÓMADA DE CRISTIÁN SÁNCHEZ, edición a cargo de Jorge Ruffinelli

PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA POÉTICA DE SÁNCHEZ


“Uno de los más originales directores de cine chileno, Cristián Sánchez, es, a la vez, uno de los menos conocidos”. Con esta contradicción Jorge Ruffinelli pone sobre la mesa el nombre de Cristián Sánchez, director de cine relegado a un segundo plano en el imaginario cinematográfico nacional, detrás de directores como Raúl Ruiz, Miguel Littin o Silvio Caiozzi. Sin embargo, para Jorge Ruffinelli “la hora de Sánchez” ha llegado. Con un trabajo inserto en su mayoría en el “oscuro período” de Pinochet, este cineasta tuvo que crear un lenguaje que se fraguó “sobre la marcha para evitar escollos y riesgos de la censura, al mismo tiempo que cada una de sus obras creaba atmósferas, retorcidas, que podían leerse como propias de su época y, ante todo, de una mirada desencantada”. La publicación de El cine nómada de Cristián Sánchez se torna más que pertinente al momento de leerlo en conjunto con las películas del director (1), ya que permite construir una poética poco difundida con el apoyo visual de los fotogramas de las películas analizadas.

El interés de Jorge Rufinelli, editor de este libro, por el cine chileno ha quedado plasmado en algunos textos como Patricio Guzmán (2) o “La aventura y la patria: El Húsar de la muerte (1925) de Pedro Sienna” (3). El cine nómada de Cristián Sánchez es un libro en el que Cristián Sánchez se analiza a sí mismo y también es analizado, por parte de Héctor Soto, Antonio Skármeta, María Eugenia Meza, Vicente Plaza, Pablo Marín, Felipe Aburto y del propio editor. El autoanálisis del autor se realiza a partir de la entrevista que le hace Ruffinelli y de los textos del propio Sánchez, en los que –en palabras de Iván Pinto (4)se puede apreciar al Sánchez-crítico y al Sánchez-ensayista. Cuando el cineasta dialoga con Rufinelli expone algunas ideas centrales de su poética:

– “Funciono de manera impulsiva […]. Actúo primero por instinto: tengo una intuición de algo y luego trato de descubrir qué había en esa intuición.”

– “Hacer cine me ha servido para mantener la fe en la vida, en su punto más alto […].

–“Ahora podría agregar que los héroes de mis películas tienen algo de mí, pero no en el sentido biográfico ni psicológico, sino como disposición ética. Su comprensión tardía y trágica de los acontecimientos los sitúa en ese destino nómada, al margen de toda patria o morada.”

En los textos que escribe el mismo Sánchez se aprecian los “Aspectos fundamentales de mi cine” (5), que se ordenan según su lectura de teóricos franceses como Gilles Deleuze —sobre todo—, Christian Metz, André Bazin, Edgar Morin, Michel Foucault, Jacques Derrida, Maurice Blanchot y Noel Burch, entre otros, y también según las películas que ve de Luis Buñuel, Raúl Ruiz —primero que cualquiera—, Jean-Luc Godard, Andrei Tarkovski, Eric Rohmer y John Cassavetes. También expone otras ideas, ahora a través de su propia escritura:

–“Más que cambiar de un modo de comprensión de la realidad a otro, el cine me ha permitido comprender como se comprende en el satori o la iluminación, es decir viendo de golpe lo no visto, que una sensación cósmica puede habitar el momento más ínfimo del banal cotidiano.”

–“Me gusta entender una obra como un camino de aprendizaje inaparente del héroe y no como un proceso de maduración. Mis héroes han aprendido un no saber de modo inconsciente o, más bien, han sido aprehendidos por un saber que los excede.”

–“Hay al menos tres razones por las cuales me gusta hacer cine: primero, porque encuentro una afirmación instintiva del ‘nervio metafísico’ de la vida […]. Enseguida, porque el cine tiene un lado fascinante, como máquina de producción y de trasmisión ideológica que escapa a todos los reduccionismos y compromisos políticos […]. Finalmente, lo que me lleva a filmar es proponer ciertos asuntos vitales, tales como el viaje sin retorno, la errancia sin propósito, los secretos sin explicación, la aparición súbita de lo sagrado como un destello de gracia e iluminación…”

Como contraparte de este autoanálisis están los ensayos de otros autores que ven y analizan críticamente el cine de Sánchez. Rufinelli nos presenta su acabado estudio “El cine nómada” (6), abordando el motivo de los lugares transitorios, del abandono y la búsqueda en el cine de Sánchez, aunque también que ese nomadismo –siguiendo a Deleuze– no sólo es practicado por quien se va o se mueve, sino más bien por aquel que no se mueve. Para Rufinelli el caso de Sánchez es el más “prolífico” del período de la dictadura, pero también es un cine experimental, con rasgos de absurdo y que presenta, como personajes, héroes anónimos. Se trata de un ensayo que destaca en el conjunto, junto al de Felipe Aburto, complementariamente titulado “Afuera del filme: errancia, minoría y desautorización en el cine de Cristián Sánchez”.

El cine nómada de Cristián Sánchez logra mostrar al lector, al cinéfilo y, en general, a cualquier persona cercana al cine, puntos no abordados por la crítica cinematográfica en Chile, en conjunto con otros libros recientes de esta misma colección y también de otros autores como Jacqueline Mouesca o Alicia Vega, para integrarse y evidenciar que aunque el cine sea la memoria de un país, la escritura y la reflexión sobre éste entrega la certeza de que esa memoria no se hace humo.

 

 

NOTAS

(1) Este año la Cineteca del Centro Cultural Palacio de la Moneda realizó una retrospectiva del director.
(2) Cátedra/Filmoteca Española. Madrid, 2001.
(3) Revista Aisthesis, nº 37.
Santiago, 2004.
(4) http://www.lafuga.cl/libros/el_cine_nomada_de_cristian_sanchez/
(5) Un capítulo del libro lleva este título, pero las ideas que se exponen recorren los ocho artículos que escribe el autor, y que publica en Revista de Cine, Universitaria, Cal y Enfoque.
(6) El apoyo visual de los fotogramas de las películas son base importante de los puntos planteados por Sánchez y los autores que lo analizan.

 

 


El cine nómada de Cristián Sánchez. Jorge Ruffinelli (editor), Héctor Soto, Antonio Skármeta, María Eugenia Meza, Vicente Plaza, Pablo Marín, Felipe Aburto. Uqbar Editores. Santiago, 2007.