AHORA, compilación de narrativa joven chilena

CONTRADICCIÓN, AHORA!

 

ahoraLa especulación literaria, conservadora e insistente como el reflejo opuesto de la literatura que es, tiene devoción por la edad. Curioso por no decir chistoso resulta, en un mundo que adora las imágenes de juventud, que diarios, conversaciones o clases aseguren, por ejemplo, que la narrativa joven consiste en cuentos y novelas de escritores que bordean los cuarenta años. ¿Quiere decir que la producción literaria de una persona de treinta o veinte años debe ser catalogada como narrativa infantil? Como siempre, la trampa de las catalogaciones. El argumento que alguna vez me dio un profesor -en la cultura el ciclo de crecimiento, madurez y muerte es más amplio que en la naturaleza- me sigue molestando por su arrogancia humanista, como si la literatura, la arquitectura, la panadería o la astronomía fueran creaciones de deidades que pueden darse el lujo de no sentir que envejecen, que crecen y que pierden el tiempo como cualquier perro, gato o gusano que se arrastra en la tierra.

            Todavía sin que me anime a decir si el mismo texto literario -no ya la especulación acerca de ese texto- puede o no tener edad, es preferible comentar una usual reacción ante el cliché de que un ser humano que escribe no es escritor sino hasta que está en la mitad de su vida; pero no escritor a secas, sino escritor joven. Esa usual reacción, evidentemente, proviene del ser humano joven que escribe -y no está demás dejar en claro que yo mismo soy un ser humano joven que escribe: publicar un inflamado manifiesto donde se declara cadáveres a todos los escritores anteriores a uno. O bien buscar un poco de sentido común después de los aciertos y leseras de futuristas, dadaístas, surrealistas, criollistas, boomistas, infrarrealistas y apologistas de la Nueva Narrativa chilena de los años ochenta. Y dedicarse a leer, a escribir.

            Ahora, breve recopilación de cuentos de escritores chilenos nacidos después de 1975, se presenta así en su solapa: "seis autores nos presentan sus propuestas narrativas, fragmentos transformados en cuentos que a través de la lectura pueden estar sucediendo Ahora…". Al leer tal prólogo inmediatamente se siente un discurso que se complace en la contradicción. Los seis autores, se nos dice, tienen nada menos que propuestas narrativas; éstas, sin embargo, consisten en fragmentos de algo transformados en cuentos que aspiran a la crónica. ¿Fragmentos de qué? ¿De diarios íntimos, de emails, de poemas? No hay que engañarse, desde la portada se explicita que se trata de narrativa. Una narrativa ávida de quitarle la visibilidad social a la prensa y a la poesía por medio de un inventario de todas las áreas de realidad que pueden yuxtaponerse, conflictiva y productivamente, en la superficie de un cuento. La contradicción es fecunda y novedosa en Ahora. En un extremo está el intento de Gustavo Barrera de darle dignidad expresiva a la frivolidad cotidiana de un sector muy reconocible de la juventud santiaguina, intención que se desarma con la ironía que surge del encuentro entre la voz anodina del narrador y el título lírico del cuento, "La misteriosa superficie del jueves y sus horas". En el otro extremo, y en tensión con el primero, está "Ahora", cuento de Erich Von Braunm donde la abismal y gélida melancolía de la descripción interior del protagonista choca con un relato periodístico de la reciente intifada palestina. En el medio queda, también paradójica, la mezcla de sabiduría judaica medieval, diario íntimo y anecdotario trivial del cuento de Michelle Reich.  

Los escritores de Ahora inician, desde la primera página y al mismo tiempo que su ambición de registrar todos los aspectos de la realidad con el lenguaje, un diálogo docto con la crítica literaria y el ámbito académico de las letras que está disfrazado de torpeza, como para que venga un crítico ingenuo como yo y diga: esto no tiene pies ni cabeza. Pero no. El atractivo está en la novedosa reacción del escritor joven ante aquellos que se niegan a leerlo debido a su juventud, reacción que no consiste ya en un violento manifiesto ni tampoco en un silencioso y humilde claustro de trabajo, sino en soltar con elegancia frente al lector -frente al crítico y no ya ante los colegas escritores mayores que callan cegados por sus egos- el guante de la ironía.

 

 


AHORA. Gustavo Barrera, Michelle Reich, Roberto Fuentes, Erick Von Braunm, Ignacio Fritz y Francisco Rivas Donoso. Al Margen Editores. Santiago, 2003. 103 páginas.